Podemos decir que debido a los vertiginosos cambios que ocurren de manera continua en el mundo y que repercuten de manera inevitable en la sociedad, las funciones que debe cumplir un profesor, son muy diferentes a las que debía cumplir hace unos años.
Estamos ante una sociedad en la que la función socializadora que se da en los individuos dentro del entorno familiar está cambiando de manera considerable, llegando incluso a casos, en los que esta función ha desaparecido. Para agravar aun más la situación, este proceso socializador ha sido cubierto en numerosas ocasiones por los medios de comunicación, que no siempre, por no decir casi nunca, son lo más adecuado para la formación de los individuos.
Ante esta situación, un docente no tiene que enseñar conceptos, procesos y actitudes, perseguir objetivos y transmitir conocimiento en forma de contenidos, sino que muchas veces debe cubrir las carencias que los alumnos presentan en su proceso de socialización.
Por otro lado los conocimientos son fundamentales en un docente, pero son imprescindibles otros muchos aspectos que derivarían en que cada alumno se conozca a sí mismo, sepa de sus posibilidades y conozca su personalidad, a fin de lograr que los alumnos se expresen con plena libertad desde todos los ámbitos de la educación; por eso es imprescindible contar con docentes dotados de una gran sensibilidad, una altamente desarrollada intuición, mucha psicología y sobre todo muchas ganas de dar, de enseñar, de comunicar y de ayudar en este proceso de autoconocimiento de los alumnos.
Esto no suena muy difícil, pero un docente, tiene que tener presente que todo lo anterior, debe ir acompañado de todos aquellos valores que hoy en día debido al vertiginoso cambio social, la familia no cubre, como son valores éticos, de responsabilidad y compromiso y todo esto sin olvidar el contexto socio-político propio de los alumnos con los que se trate, es decir, el lugar, la época y sus características en las que un profesor tiene que enseñar, también son decisivas para su práctica docente.
En los manuales sobre docencia, sobre didáctica… todo esto no queda contemplado, son solamente pistas que te pueden ayudar a dar con la solución a cada problema que se te presenta (porque cada alumno es un ser diferente desde todos los puntos de vista, lo que supone que cada alumno es un problema diferente a la hora de transmitirle conocimientos y valores), pero por lo general, no tienen mucha conexión con la realidad. Al visitar un Centro real en periodo de prácticas he podido darme cuenta de que los ideales reflejados en este tipo de documentos (manuales sobre docencia o sobre investigación educativa…) son lícitamente perseguibles pero lo mas importante se basa en la observación minuciosa de lo que nos rodea para no confundirnos con las ideas que aparecen en numerosas fuentes y que no siempre atienden fielmente a la realidad.
Visto así el camino parece difícil, ya que de pronto vemos muchísimas exigencias que en un primer momento no se habían contemplado; de esta forma podemos decir que los docentes de hoy han de ser consecuentes con sus sentimientos y sus principios, a fin de lograr conciliar conocimientos con valores y transmitirlos ayudando a los alumnos tanto en la formación de su futuro como en su propia realización personal como individuos miembros de una sociedad.
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